FORO - Jorge Carlos Diez de Medina
El TIPNIS en peligro.
El TIPNIS en peligro.
Ante la fuerte presión social que los habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure vienen ejerciendo para crear una consciencia nacional, que valore la necesidad de conservar ese maravilloso bosque boliviano en su estado natural, impidiendo que la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos lo atraviese como una saeta envenenada que con seguridad provocará su languidecimiento y muerte, parece que el Gobierno de Brasil comprendió la magnitud de la problemática, y decidió suspender el desembolso de su financiamiento hasta que el Gobierno nacional logre una solución racional y consensuada para ejecutar ese tramo de la carretera. Desafortunadamente, la reacción de la primera autoridad del país fue la de tachar de “traidores” a quienes nos oponemos a este desatino y calentar los ánimos de grupos campesinos, quienes hoy amenazan con “entrar a patadas” al lugar, es decir, conseguir por la fuerza su propósito.
Sin embargo y de manera sorpresiva, el Vicepresidente ahora dice que no hay diseño del tramo en conflicto y que el trazo pasará por “algún lado” del TIPNIS. Ante tal confusión de criterios, nuestros gobernantes deben responder a la ciudadanía lo siguiente: Si no existe diseño del tramo en conflicto, ¿cómo se definió el costo de la carretera en 415 millones de dólares? ¿Cómo se realizó la firma del contrato de obra si el volumen de obras no está aún definido? ¿Se hizo un proyecto de factibilidad de la carretera que analice y resuelva los problemas que hoy vemos? ¿Ganó la empresa constructora que ofreció las mejores condiciones técnicas y económicas? ¿Se aplicó en el estudio de la carretera lo que ordena la Constitución, las leyes del país y otras normas de carácter internacional para ejecutar una obra de ingeniería de gran impacto ambiental, social y económico? Conociendo nuestra mentalidad depredadora, ¿qué seguridades ofrece el Gobierno nacional para impedir que esa carretera se convierta en el instrumento que facilitará la explotación inmisericorde de los recursos naturales del bosque hasta matarlo?
La ciudadanía boliviana debe estar muy atenta al curso de los acontecimientos que se avecinan.
Todos queremos una Bolivia vertebrada y económicamente pujante que posibilite mejores días para sus hijos; pero no deseamos que para intentar conseguirlo, se destruya el territorio que nos abriga y se pisoteen los legítimos derechos, usos y costumbres de sus habitantes. Nuestros gobernantes están ahí para armonizar los intereses de la patria con las necesidades de sus ciudadanos y las posibilidades que el territorio nos ofrece. Hagámoslo con inteligencia y sumo cuidado, por favor.
http://www.isiborosecure.com/
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Sin embargo y de manera sorpresiva, el Vicepresidente ahora dice que no hay diseño del tramo en conflicto y que el trazo pasará por “algún lado” del TIPNIS. Ante tal confusión de criterios, nuestros gobernantes deben responder a la ciudadanía lo siguiente: Si no existe diseño del tramo en conflicto, ¿cómo se definió el costo de la carretera en 415 millones de dólares? ¿Cómo se realizó la firma del contrato de obra si el volumen de obras no está aún definido? ¿Se hizo un proyecto de factibilidad de la carretera que analice y resuelva los problemas que hoy vemos? ¿Ganó la empresa constructora que ofreció las mejores condiciones técnicas y económicas? ¿Se aplicó en el estudio de la carretera lo que ordena la Constitución, las leyes del país y otras normas de carácter internacional para ejecutar una obra de ingeniería de gran impacto ambiental, social y económico? Conociendo nuestra mentalidad depredadora, ¿qué seguridades ofrece el Gobierno nacional para impedir que esa carretera se convierta en el instrumento que facilitará la explotación inmisericorde de los recursos naturales del bosque hasta matarlo?
La ciudadanía boliviana debe estar muy atenta al curso de los acontecimientos que se avecinan.
Todos queremos una Bolivia vertebrada y económicamente pujante que posibilite mejores días para sus hijos; pero no deseamos que para intentar conseguirlo, se destruya el territorio que nos abriga y se pisoteen los legítimos derechos, usos y costumbres de sus habitantes. Nuestros gobernantes están ahí para armonizar los intereses de la patria con las necesidades de sus ciudadanos y las posibilidades que el territorio nos ofrece. Hagámoslo con inteligencia y sumo cuidado, por favor.
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