Manifiesto por la Vida en la Cuenca de Río Madera
Aquí reunidos los Comités Defensores de la Vida Amazonica en la Cuenca del Río Madera, las comunidades campesinas, pueblos indígenas, barrios periféricos y urbanos, organizaciones de la sociedad civil, pastorales sociales y monsenhores de la iglesia católica de los municipios y de las ciudades de Guajará Mirim, Rondonia- Brasil, Riberalta, Cachuela Esperanza y Guayaramerín- Beni, Bolivia, y frente a las políticas de nuestros gobiernos nacionales de convertir la Región Amazónica como el corazón energético de Sudamérica mediante la construcción de mega-represas, sobre todo en la cuenca del Madera, en especial en Cachuela Riberão, a unos 50 kilómetros de Villa Bella en el río Madera y la otra de Cachuela Esperanza en el río Beni, destruyendo (a exemplo de Santo Antonio y Jirau) la casa común de las comunidades indígenas y campesinas, los bosques y cursos naturales de agua, la flora y fauna, la seguridad alimentaria, el patrimonio histórico, las zonas urbanas y periféricas en las ciudades, provocando grandes pérdidas donde están los recursos para sustentar nuestra vida cotidiana.
Desde hace mucho tiempo,
los derechos de los habitantes de la Región Amazónica están siendo
violados por la hegemonía transnacional y sus mega - proyectos de
infraestructura (carreteras, represas, pequeñas centrales hidroeléctricas,
termoeléctricas, hidrovías, gasodutos, minería, ganadería, tala ilegal de los
bosques, exploración de petróleo, expansión del monocultivo de la soya, ganadería,
eucalipto, caña de azúcar, proyectos de REDD, invasiones de las áreas
protegidas, y toda esa problemática depredadora culminan en amenazas y
asesinato de líderes.
Nos
reunimos a fin de intercambiar experiencias de vida, fortalecer la lucha y
reflexionar y manifestarnos frente las crisis ambiental global, al deterioro
ambiental, el impacto de los mega - proyectos y el cambio climático,
consecuencia de la acción del sistema capitalista, a través de las empresas y
los gobiernos actuales, carentes de una perspectiva real, despreciando la vida en
su expresión ambiental y sus habitantes.
Reconocemos
en la región amazónica la presencia respetuosa y la espiritualidad de los
pueblos de la selva, del agua, del campo y de la ciudad, en una sola voz
denunciamos las múltiples facetas del actual desarrollismo perverso, fuerza y
motor del capitalismo salvaje, con estrategias para comercializar la tierra,
los ríos, los bosques, el aire y la vida en general. Las comunidades nativas
son expulsadas de su hábitat, y la tierra es capturada por los proyectos
ecocidas, etnocidas y genocidas, ocasionando el colapso económico, social,
cultural y organizativo de los pueblos indígenas, de las comunidades
tradicionales, de los campesinos, de las comunidades de origen africana y de
los barrios urbanos de nuestras ciudades.
Reafirmamos nuestro compromiso
como guerreras y guerreros en la
defensa por la Vida y nos sumamos en Alianza para impulsar los procesos
de información, sensibilización, movilización y fortalecimiento de las prácticas
antiguas, de la agroecología, energías renovables y justas, integración de
nuestros pueblos por la cultura, la mística de la vida en sintonía con los
otros seres vivos, con el agua y los ríos vivos, portadores de derechos, motivando
el Buen Vivir, como una solución racional y alternativa, con nuestros niños,
jóvenes, adultos e viejos, portadores de saberes ancestrales, frente a la
crisis ambiental planetaria.
Los seres
vivos de la cuenca del Río Madera tenemos derecho a exigir respeto a la Vida en
todas sus expresiones, sobre todo en los ecosistemas de la Región Pan –
Amazónica, y asegurar una vida saludable y sustentable para las generaciones
presentes y futuras en la Casa Comum.
Guajará
Mirim, Rondonia, Brasil, 8 de febrero de 2020.
MANIFESTO PELA VIDA
NA BACIA DO RIO MADEIRA
Aqui reunidos, os Comitês de Defesa da Vida Amazônica na Bacia do Rio
Madera, as comunidades rurais, povos indígenas, bairros periféricos e urbanos,
organizações da sociedade civil, pastorais sociais e bispos da Igreja Católica
dos municípios e das cidades de Guajará Mirim, Rondônia - Brasil, Riberalta,
Cachuela Esperanza e Guayaramerín - Beni, Bolívia, para fazer frente às
políticas de nossos governos nacionais que querem converter a Região Amazônica
no coração energético da América do Sul, através da construção de
mega-barragens, sobre tudo na bacia de madeira, especialmente na Cachoeira do
Riberão, a cerca de 50 quilômetros de Villa Bella, no rio Madeira e a outra em
Cachuela Esperanza, no rio Beni, destruindo (a exemplo de Santo Antonio e
Jirau) a Casa Comum das comunidades indígenas e camponeses, as florestas e os
cursos naturais de água, a flora e a fauna, a segurança alimentar, o patrimônio
histórico, as áreas urbanas e periféricas das cidades, provocando grandes
perdas onde estão os recursos para sustentar nossa vida cotidiana.
Durante muito tempo, os direitos dos habitantes da Região Amazônica
estão sendo violados pela hegemonia transnacional e seus mega- projetos de
infraestrutura (estradas, represas, pequenas centrais hidrelétricas,
termelétricas, hidrovias, gasodutos, mineração, pecuária, corte e extração
ilegal de madeira, exploração de petróleo, expansão da monocultura de soja,
gado, eucalipto, cana-de-açúcar, projetos de REDD, invasões de áreas protegidas
e toda essa problemática predatória culminam em ameaças e assassinatos de
lideranças.
Nos reunimos para trocar experiências de vida, fortalecer a luta,
refletir e nos manifestar diante das crises ambientais globais, a
deteriorização ambiental, o impacto dos megaprojetos e as mudanças climáticas,
consequência da ação do sistema capitalista, através de empresas e dos governos
atuais, carentes de uma perspectiva real, desprezando a vida em sua expressão
ambiental e de seus habitantes.
Reconhecemos na região amazônica a presença respeitosa e a
espiritualidade dos povos da floresta, das água, do campo e da cidade. Em uma
voz denunciamos as múltiplas facetas do atual desenvolvimentismo perverso,
força e motor do capitalismo selvagem, com estratégias para comercializar a
terra, os rios, as florestas, o ar e vida em geral. As comunidades nativas são
expulsas de seu habitat, seu território e a terra é capturada por projetos
ecocidas, etnocidas e genocidas, causando o colapso econômico, social, cultural
e organizacional dos povos indígenas, das comunidades tradicionais, dos
camponeses, e das comunidades de matriz africana e dos bairros urbanos de
nossas cidades.
Reafirmamos nosso compromisso como guerreiras e guerreiros na defesa da
Vida e nos unimos à Aliança para impulsionar os processos de informação,
sensibilização, mobilização e fortalecimento de práticas antigas, da
agroecologia, energias renováveis e justas, a integração de nossos povos pela
cultura, a mística da vida humana em sintonia com outros seres vivos, como a
água e os rios vivos, portadores de direitos, motivando o Bem Viver, como uma
solução racional e alternativa, com nossas crianças, jovens, adultos e idosos,
portadores de sabedoria ancestral, diante da crise ambiental planetária.
Os seres vivos da bacia do Rio Madera têm o direito de exigir respeito
pela Vida em todas as suas expressões, sobretudo nos ecossistemas da Região
Pan-Amazônica, e garantir uma vida saudável e sustentável para as gerações
presentes e futuras na Casa Comum.
Guajará Mirim, Rondônia, Brasil,
8 de fevereiro de 2020
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